Enésimo día del cuaderno de Bitácora:
El mar está en calma. Llevamos ya varios días en alta mar y el sol sigue brillando en la proa. Cada uno de los dos tripulantes tiene bien establecida su función que resulta multidisciplinar en ambos casos. El rumbo quedó marcado la semana pasada y todavía hoy lo seguimos con buen viento.
Los paseos en cubierta se mezclan con esporádicos baños en el calmado mar. De vez en cuando se acercan embarcaciones amigas a echarnos una mano. Recibimos desde apoyo logístico hasta nuevas cartas náuticas y mapas que nos invitan a idear nuevos proyectos y a pensar en esos destinos. Esta semana la cocina del Barquito se ha visto gobernada por manos amigas que nos han hecho degustar suculentos manjares y una buena compañía, ayudando de esta forma a que el trabajo de sol a sol se hiciera más agradable.
Hoy desde el Barquito queremos agradecer todo ese apoyo de la gente que nos rodea. Esa gente que nos da ideas, que nos sigue de cerca, que nos ofrece sonrisas y que sopla para que el humo y el viento de sus palabras nos siga impulsando hacia mar adentro.